Blog Oficial de la actriz y escritora Sevillana María de Adorna

Bienvenidos a la web oficial de María Muñoz Ballesteros, más conocida como "María de Adorna". Actriz sevillana, mujer con carácter, apasionada y luchadora. Artista Sevillana, dedicada en cuerpo y alma a su gran pasión "El Teatro". Sus recuerdos, sus pensamientos, sus pasiones, SU VIDA.

En este lugar se intentará dar a conocer a esta artista, escritora y actriz sevillana de 84 años que pese a su edad no ha dicho no a las nuevas tecnologías. Ella contará sus recuerdos, hará memoria de su vida paso a paso. Una Guerra, una Niña, un Amor único, un Trocito de Historia.

martes, 10 de abril de 2012

Mi Juventud 7ª parte

Llegó el día de la representación de la obra de teatro en Dos Hermanas. Fue diferente que en Coria del Río, allí si empezamos a la hora que estaba anunciada y todo salió bien. El próximo sitio al que íbamos era Carmona y la obra Dueña y Señora (autor Adolfo Torrado). Yo representaba otra niña joven y tenía 15  días para estudiar el personaje pero no podía dejar pasar más fines de semanas sin ir al colegio y busqué el tiempo para hacerlo.

Esta foto es de una representación de "Dueña y Señora en 1976" el grupo que en esos momentos dirigía mi marido, en ella también actuaba una de mis hijas en el mismo papel que yo hice en 1949.



Hacia más de mes y medio que no iba, cuando llegué me llevé una sorpresa, mi amiga del alma Milagros ya no estaba, el jueves había ido su madre por ella, me dejo una carta que decía:

“María que pena no poder verte ¿por qué no vienes?... te echamos de menos. Ya no podré verte hasta que Dios quiera, quizás nunca más porque me voy con mi hermana Amparo a Barcelona, está allí trabajando, yo te escribiré cuando esté allí y te mandare la dirección… No me olvides porque te quiero mas que a nadie del colegio y quizás  mas que a mi familia. Milagros.”

Yo me quedé unos momentos sin decir nada, igual que hoy cuando lo estoy escribiendo porque no he vuelto a saber de ella nunca mas, que pena.

Desde ese momento empecé a tener nuevos amigos y a perderlos.

Concha Chacón me sacó de mis pensamientos –Ehh, estamos aquí-

Le pedí disculpas y ya les dediqué atención.

-María que diferencia del día que tu te fuiste, todo fueron risas, castigos… el día que se marcho Milagros todo fue llanto, todas llorando hasta las monjas, ellas decían que se iban las mejores, las mas revoltosas, las que daban vida al colegio.

Eso lo dijo Sor Pilar a todas.

Yo les pregunté:

-¿Y Conchita?

-Está estudiando en Triana, en la Casa de Socorros.

-¿Y Sor Pilar?

-Creo que está con Sor Antonia en el Obrador.

-Vamos a verla.

-No María, no quieren que las molesten.

-Y a mi ¿qué?

Nos fuimos unas cuantas, llamamos y salió Sor Pilar:

-Hola… dije yo.

-Mira… la hija prodiga… contestó ella.

-¿Cómo estas?... muy bien supongo porque no vienes por aquí.

-Si estoy bien, cosiendo con mi abuela.

-Y..¿Nada más?

-Empezando algo de teatro con unos amigos de mi familia.

-¿Los conoce tu madre?

-Sí y mi hermano Manolo ya está trabajando en una farmacia y mi Chico en una calentaría, mi madre está muy contenta.

Aquí quiero hacer una parada para explicar a lo que me refiero cuando digo Calentería, he tenido algunas preguntas sobre ello. En Sevilla a las churrerías se le llama así, es el sitio donde se venden churros, aquí llamado calentitos.

Sor Pilar me preguntó:

-Y tú, ¿lloras o rezas? Como te dije una vez que debías hacer para ayudar a tu madre. ¿Te acuerdas?

-Sí, me acuerdo.

-Pero entonces eras una niña asustada, dolorida por la situación de tu madre y de tus hermanos pero ahora ya eres una mujer y tienes que ser tu la que debes cuidarte, ¿dónde te metes, qué quieres hacer con tu vida?.

-Sor Pilar, si lo dice usted por el teatro puede estar tranquila, son personas muy cultas, matrimonios con hijos, jóvenes educados, uno de ellos conoció a mi abuelo y todos los días me acompaña a mi casa, es mucho mayor que yo, su hermana ya ha conocido a mi madre, esté usted tranquila… ¿Qué me ha dicho Chacón, ahora se aburren porque todas las niñas son muy buenas?

Sor Pilar y Sor Antonia, se empezaron a reír y me dijo:

-Anda bicho, eres un bicho. ¿Te quedas a comer?

-Claro... si no me envenenan con su comida.

Sor Pilar me miró muy seria, le dije:

-Es una broma… ¿Qué ha sido de su sentido del humor? Esta usted vieja hermana mía jajajajaja.

-Como te coja te enteras.

Recogimos las cosas y nos fuimos al comedor, ya estaban allí todas las niñas, Sor Paz y Sor Josefina, las saludé y me senté con las mayores, me saludaron y empezaron hacer preguntas, no sabía a quien contestar y Sor Paz nos mandó callar y nos dijo que ya hablaríamos en el recreo.

En el recreo a todas les conté lo que estaba haciendo, ellas me contaron que se iban en esos días para Chipiona y que muchas de las mayores ya empezaban a trabajar en Septiembre en el Ayuntamiento de limpiadoras y en la Casa de Socorros del Prado de San Sebastian ayudando con la costura.

Me despedí de todas y cuando llegué a Sor Pilar me dijo al oído:

-A ese joven lo quiero conocerlo yo...

Cuando llegué a mi casa le dije a mi madre que todo me parecía raro ya en el colegio, las niñas y los temas de conversación. Mi madre me dijo que era normal porque ya tenía otra vida, otras relaciones y que aun tenía mucho que aprender y vivir.

Por la tarde me fui con mi hermano Manolo al Parque de Mª Luisa, en la Glorieta de los Hermanas Álvarez Quinteros me esperaba Francisco para estudiar el papel, luego nos íbamos a la glorieta de Becquer a leer poesía. En la glorieta de los Quinteros había libros que se podían leer, ya no los hay hace muchos años.


La Glorieta de los Hermanos Alvarez Quinteros, se puede ver donde se colocaban los libros, ahora vació.


Esta era mi vida en Agosto de 1949, ya estaba llena de ilusiones y esperanzas.

Os dejo una de los primeros poemas que me aprendí de Becquer esas tardes en el parque:

Alguna vez la encuentro por el mundo
y pasa junto a mí;
y pasa sonriéndose y yo digo:
¿Cómo puede reír?
Luego asoma a mi labio otra sonrisa,
máscara del dolor,
y entonces pienso: —Acaso ella se ríe,
como me río yo.

Si no habéis leído nada de Becquer os lo recomiendo.

Este lugar es otro de esos rincones de postal que si visitas Sevilla puedes llegar a dejar pasar por alto y que sobre todo, si vas en pareja, no debes dejar pasar. Descansa en alguno de sus bancos frente por frente del enorme sauce llorón que se eleva sobre las 3 jovenes damas en mármol blanco que representan el "amor ilusionado”, el “amor poseído” y el “amor perdido” dando forma a la rima de Becquer de "El amor que pasa".

2 comentarios:

  1. Me encanta esa foto, muchas caras conocidas... Pero destacaría lo guapa q está mi madre :)

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  2. Si hijo mío, tu madre está muy guapa, la que vale... vale jajajajaja, besos.

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