Blog Oficial de la actriz y escritora Sevillana María de Adorna

Bienvenidos a la web oficial de María Muñoz Ballesteros, más conocida como "María de Adorna". Actriz sevillana, mujer con carácter, apasionada y luchadora. Artista Sevillana, dedicada en cuerpo y alma a su gran pasión "El Teatro". Sus recuerdos, sus pensamientos, sus pasiones, SU VIDA.

En este lugar se intentará dar a conocer a esta artista, escritora y actriz sevillana de 84 años que pese a su edad no ha dicho no a las nuevas tecnologías. Ella contará sus recuerdos, hará memoria de su vida paso a paso. Una Guerra, una Niña, un Amor único, un Trocito de Historia.

viernes, 25 de enero de 2013

Mi Juventud en el Teatro 23ª parte


El jueves por fin se estrenó la obra, en la que Ani y yo tanto tiempo habíamos estado ensayando, La Cieguecita de París y tengo que decir que fue un éxito ¡madre mía! Que bien estuvo Ani. No perdió ni en un momento la expresión de su cara haciendo bien su papel de ciega y que bien cantó. Os recuerdo que esta obra trata de dos hermanas y a la más pequeña la roban y la obligan a pedir limosna y cantar por las calles. La hermana la busca por todo París y al final la oye cantar en Notre Dame y por fin la encuentra.

No os podéis figurar el público cuando acabó la representación de la obra, Joaquín nos dijo que salieran todos y el público de pie decía:

-Las niñas...las niñas...

Entonces salíamos las dos de la mano. La obra tuvimos que repetirla 5 días seguidos y el teatro lleno y así ocurrió en todos los lugares donde la representamos.

Aquella semana había ido Adorna con su hermano Juan para ver que iban hacer de arreglo en la casa.

Os recuerdo que la casa tenía un jardín de 12 metros de fachada, a la derecha una ventana que daba al dormitorio, a la izquierda otra ventana daba al salón y entre las dos ventanas estaba  la puerta de entrada a la casa con un pequeño zaguán. Acordaron que donde estaba la puerta de entrada donde daba la cocina y el aseo se haría una habitación, sería la nuestra y tendría una ventana que también daría al jardín. La puerta de entrada iría en el centro del jardín y se entraba directo al salón. A continuación de nuestro dormitorio se haría la cocina grande y el aseo, también estaba la escalera que daba a la azotea, todo este terreno estaba sin edificar cuando a mi madre le dieron la casa pero muchos vecinos ya habían hecho reformas y quedaba muy bien. Aún haciendo todo esto nos quedaba un patio interior de unos 8 metros de ancho por 14 de largo.


                                                                         Zaguan

Yo mientras ellos hablaban y tomaban medidas, escuchaba pero no decía nada. A mi hermano Antonio y a mi madre le pareció bien todo lo que decidieron. Había que empezar trayendo los materiales.

Cuando Juan, el hermano de Adorna, terminó de exponerlo todo mi hermano Antonio comentó que tenía una idea, dijo que ¿por qué donde iba la cocina y el aseo no se ponía otra habitación para los niños (mis hermanos Manolo y Gonzalo) y después la cocina y el aseo? Mi cuñado Juan le dijo que sin problema pero al quedar ya en el patio la cocina y el aseo harían falta mas materiales. Mi hermano dijo que así estaríamos mas cómodos y que él colaboraría en el gasto de los materiales, todos quedamos de acuerdo.

Al marcharse mi cuñado me dijo muy bajito:

-Estoy muy contento de ayudaros.

Esa misma noche nos enteramos que el próximo sitio donde íbamos a trabajar era a Los Palacios, un pueblo cercano a Sevilla pero para eso, aún faltaba mas de un mes.

Quiero terminar este capítulo con un recuerdo de mucho cariño para mi cuñado Juan por todo lo que nos ayudó y cuando muchos años mas tarde falleció en un accidente de tráfico pude en parte pagarle su ayuda ya que tenía una hija adoptada. En esos tiempos las parejas que no podían tener hijos, sobre todo en los pueblos era muy común que si alguna familia tenía muchos hijos le cedieran uno de ellos. Todo esto lo cuento porque mi sobrina desde que nació fue la hija de mi cuñado pero al morir no había documentos que lo demostraran, en esos momentos todos correspondimos y renunciamos a la herencia a favor de su hija pero esto costó un poco de lucha entre los demás herederos, quizás mas adelante vuelva sobre el tema. Ahora solo decirle Juan te quiero.

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