Tenía seis años cuando comenzó la guerra, después de la muerte de mi hermano mayor Manolo nos quedamos una temporada en Sevilla. Vivimos en el barrio de Bellavista en casa de mis abuelos maternos. Era un barrio pequeño, recuerdo que tenía una calle principal que empezaba en la fábrica de uralita, a la derecha la venta de Antequera y en la parte izquierda unos cuantos chalés importantes. Los niños le teníamos nombre: el chalé de Villa Valencia, el chalé de la Bola, etc. Mis abuelos vivían en un chalé cuyo propietario era un señor llamado Joaquín Escobar, al lado otro cuyo dueño era de D. Manuel Lara. Frente a la zona de los chalés estaba la venta de la Salud donde paraban todos los coches que iban o volvían de Sevilla. Esto lo describo porque tenía una gran tapia, no muy alta y donde tengo uno de los recuerdos mas trágicos de la guerra. Allí, una mañana no recuerdo la fecha exacta pero sería el veintitantos de julio de 1936, llegaron a casa militares y ordenaron a todo el mundo salir y colocarse en la tapia. Mi madre me abrigó con una sabana, era muy temprano, a todo el barrio los obligaron a estar allí durante mucho tiempo. Yo preguntaba que pasaba y me contestaban que no pasaba nada, solo me decían que estuviera calladita.
Venta Antequera
Los militares iban y venían de la venta de Antequera a la venta de la Salud, mientras todo el barrio esperaba. Una de las personas que estaban en la fila salio corriendo para el paso de nivel de Dos Hermanas, le dieron el alto, siguió corriendo y le dieron un tiro por la espalda. Años después me explicaron que entre las personas había dos hermanos que le llamaban los "cabreros" uno de ellos se asustó y por eso corría. Muchas mas cosas pasaron en los siguientes años de guerra pero este momento fue el mas trágico de mis recuerdos de los tres años que duró.
En aquellos momentos no estaba mi padre con nosotros, él nunca se quedaba en casa de mis abuelos. Mis abuelos lo rechazaron desde el primer momento que conoció a mi madre y se casaron en contra de su voluntad cuando mi madre cumplió la mayoría de edad. El motivo de no querer a mi padre era por su profesión "actor".
Como anteriormente he dicho, mi padre nació en Puente Genil. Sus padres tenían una panadería, él trabajaba con ellos pero quiso tenía otras inquietudes y se fue a Madrid a estudiar Farmacia. Le gustaba mucho el teatro, en Puente Genil había mucha afición y cuando llegó a Madrid para ayudarse en los estudios busco trabajo de "clac" (claque: grupo de personas que asisten a un espéctaculo para aplaudir) en varias compañías del momento. Destacó y dejó los estudios. Desde ese momento se dedicó de lleno al teatro. Así fue como conoció a mi madre. Vino a Sevilla a trabajar al teatro Llorens en la calle Sierpes, este teatro ya no existe pero fue muy importante en aquella época.
Como anteriormente he dicho, mi padre nació en Puente Genil. Sus padres tenían una panadería, él trabajaba con ellos pero quiso tenía otras inquietudes y se fue a Madrid a estudiar Farmacia. Le gustaba mucho el teatro, en Puente Genil había mucha afición y cuando llegó a Madrid para ayudarse en los estudios busco trabajo de "clac" (claque: grupo de personas que asisten a un espéctaculo para aplaudir) en varias compañías del momento. Destacó y dejó los estudios. Desde ese momento se dedicó de lleno al teatro. Así fue como conoció a mi madre. Vino a Sevilla a trabajar al teatro Llorens en la calle Sierpes, este teatro ya no existe pero fue muy importante en aquella época.
Teatro Llorens
Se preguntareis por que siendo actor y mis abuelos también, no lo admitían como yerno. Mi abuelo como es lógico para su única hija quería algo mejor, no un "simple" actor panadero de Puente Genil. El amor pudo más... y con la ayuda de un tío de mi madre, Guillermo y su abuela María, "os recuerdo que por ella llevo su nombre", mujer de gran carácter y casada con un francés, mi cuarto apellido es Garceaus, se pudieron casar por poderes, mi padre en Madrid y ella en Sevilla. Mi abuelo no lo perdono en su vida ni en la hora de su muerte, siempre tuvo rechazo a todo lo que de él viniera, sus nietos y en especial yo, era la que más me parecía a mi padre.
A la espera estoy del siguiente capitulo¡¡¡
ResponderEliminarNo te haremos esperar mucho, gracias por seguirnos.
ResponderEliminarSiempre pensé que tenías una vida apasionante, y esto engancha... Espero próximos capítulos con bastante interés. Besos!!!
ResponderEliminarYa tienes mas cositas para leer, besos.
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